El 19 de junio de 2011 un convoy de camionetas de policía entró a la casa donde la familia Muñoz celebraba el Día del Padre en Anáhuac, Chihuahua, y se llevó a la fuerza a ocho de sus integrantes varones. Desde entonces, además de aprender a vivir con la incertidumbre, las mujeres sobrevivientes soportan el estigma de la sociedad, se enfrentan con una autoridad que no busca a sus seres queridos, y luchan para que la burocracia no las deje en la ruina. Este es un día en la pesadilla de la familia Muñoz.